aquello no tenía equivalente alguno. Los israelitas habían sido testigos del poder y la fidelidad el Señor, pero nunca de una forma tan increíble. Como respuesta al himno de Moisés, Miriam dirigió a las mujeres de Israel en un gozoso estribillo de alabanza. Éxodo 15:20–21 resume su gozosa respuesta con estas palabras: «Y María la profetisa, hermana de Aarón [y de Moisés], tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y María les respondía: Cantad a
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